Joe contra el volcán, Tom Hanks y Meg Ryan en su primera película

Tom Hanks y Meg Ryan se convirtieron en una de las parejas más exitosas de los noventa revitalizando ellos solos la comedia romántica. Lo hicieron con Sintonía de amor (Sleepless in Seattle, 1993) antes de que Hanks ganara Oscars y fuera un actor serio. Después repitieron con Tienes un email (You've got mail, 1998), otro éxito aunque no tan memorable como su película anterior.

Lo que nadie recuerda es que antes de Sintonía de amor, Tom Hanks y Meg Ryan protagonizaron juntos su primera película y que esta no solo es una de las comedias más bizarras que hayan hecho, sino en muchos sentidos la mejor de las tres. Se llamó Joe contra el volcán (Joe vs the volcano, 1990) y es una comedia con un estilo extraño de humor, muy estilizada y centrada en el absurdo.

La sinopsis de la película es complicada Joe es un pobre tipo que odia su trabajo en una fábrica pero no hace nada para cambiar su vida, un día un doctor le dice que tiene una "nube cerebral" (jeje) y que se va a

morir en unos meses. Ahí es cuando se le aparece un millonario que le ofrece lujos durante lo que le queda de vida si Joe se lanza dentro de un volcán en el Pacífico. El ricachón necesita que alguien se sacrifique así los aborígenes le siguen permitiendo la explotación de sus recursos naturales.

Hanks es Joe, un tipo que se termina poniendo feliz porque va a aprovechar el mes que le queda de vida más de lo que aprovechó lo que ya vivió. Meg Ryan hace de tres personajes y sorprendentemente lo hace bien. Primero es la compañera de oficina de Joe, después la chica de sociedad que lo acompaña cuando pasa unos días antes de salir navegando a la isla y finalmente la capitana del barco que lo lleva a destino. El último es el más convencional pero aún así no es igual a sus papeles más conocidos. Hanks está en su papel de cómico de los ochenta.

La dirección está llena de estilo con un primer capítulo opresivo con el que cualquiera que haya trabajado en un lugar rutinario se identifica y con más y más colores con el correr de los minutos. La química de los actores es impresionante, en una etapa de sus carreras en la que todavía tomaban riesgos y que lamentablemente estuvo llena de fracasos para ambos, igual no tenían miedo a parecer tontos. La historia es loca y divertida también sin miedo de irse al extremo del ridículo.

No se parece en nada a las otras dos películas de Hanks y Ryan, es mucho más bizarra aunque tenga una historia de amor y en cierta forma se parece más a una de esas metáforas cinematográficas de Tim Burton en los noventa. De alguna forma prima lejana de ¿Quieres ser John Malkovich? tiene la misma falta de prejuicio pero con un humor más disparatado y dos actores más masivos. Una lástima que no haya sido vista por muchos o que se la juzgue como una comedia tonta por la trama.